La cadena de la yerba mate atraviesa un 2025 de contrastes marcados. Según un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el sector muestra una vigorosa recuperación tanto en el mercado interno como en el frente externo en términos de volumen, aunque la rentabilidad se ve amenazada por la caída de los precios internacionales y las tensiones regulatorias locales.
En el plano doméstico, el consumo ha vuelto a alinearse con los promedios históricos de seis kilos por persona al año. Entre enero y septiembre, la demanda interna creció un 7% interanual, revirtiendo la caída registrada en 2024.
Récord exportador y la paradoja del valor
El dato más contundente del informe es el desempeño exportador. En los primeros nueve meses del año, Argentina despachó 39.483 toneladas, marcando un nuevo máximo histórico en volumen. Este auge del 23,3% en cantidades confirma la solidez de la demanda global. Siria se mantiene como el cliente indiscutido (64% del total), seguido por Chile (13%) y España (6%).
Sin embargo, este boom de ventas no se traduce linealmente en divisas. Debido a la baja en las cotizaciones internacionales, el valor de lo exportado (US$ 78,6 millones) creció apenas un 8,3%, manteniéndose lejos de los récords nominales de 2015.

El futuro: bebidas funcionales en Europa
El informe destaca una tendencia prometedora: la transformación de la yerba mate en una “bebida funcional” en mercados de alto poder adquisitivo. En la Unión Europea, las importaciones se multiplicaron por cuatro desde el año 2000. Consumidores jóvenes buscan energía natural, mientras que los mayores de 60 valoran sus propiedades antioxidantes.
Tensión en el origen
A pesar de los buenos indicadores comerciales, el eslabón primario enfrenta dificultades. La aplicación del Decreto 812/2025, que impide al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) intervenir en la fijación de precios, ha desatado conflictos en Misiones.
Los productores advierten que, sin regulación, los valores actuales de mercado no llegan a cubrir los costos mínimos de producción, planteando un desafío urgente para la sostenibilidad de una economía regional clave.