El software verde y la IA redefinen los negocios en Argentina y Uruguay

La medición de la huella digital y la gobernanza responsable dejan de ser una opción para convertirse en nuevos estándares de competitividad y atracción de inversiones.

La intersección entre tecnología y medio ambiente ha dejado de ser un nicho para convertirse en un imperativo estratégico en el Cono Sur. Según el reciente Reporte de Sostenibilidad de Endava, organizaciones de Argentina y Uruguay están comprendiendo que la transformación digital, lejos de ser neutra, tiene un peso ambiental que debe gestionarse mediante la inteligencia artificial (IA), el “software verde” y soluciones en la nube.

El contexto regional ofrece un terreno fértil para esta transición. Uruguay corre con ventaja gracias a su matriz eléctrica, proveniente en más de un 90% de fuentes renovables, lo que facilita el despliegue de iniciativas digitales con baja huella de carbono. Por su parte, Argentina avanza mediante un ecosistema empresarial que incorpora cada vez más criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) y un sector TI en expansión.

Los principales avances

Nubes conscientes y código eficiente El reporte identifica tendencias globales que impactan directamente en la operación local. Una de ellas es el uso de nubes “carbon-aware”. Dado que la IA opera mayormente en infraestructuras de proveedores globales, las empresas locales pueden apalancarse en data centers optimizados y alimentados por energías renovables para reducir sus emisiones indirectas.

Sin embargo, la infraestructura no lo es todo. El documento subraya la importancia de medir el impacto del código mediante metodologías como el Software Carbon Intensity Framework.

Esto implica un cambio de paradigma para los equipos técnicos de la región: desarrollar software más “liviano”, elegir zonas geográficas eficientes para procesar datos y aplicar técnicas de smart caching para minimizar el uso de recursos computacionales.

Eficiencia como valor competitivo El concepto de “tecnología para el bien” está adquiriendo una dimensión operativa tangible. Endava destaca iniciativas propias, como sus comunidades de Green Software, para ilustrar cómo la gobernanza responsable se integra en el ciclo de vida del desarrollo.

Para los ejecutivos de la región, la ecuación es clara: la eficiencia digital se traduce en reducción de costos, mayor resiliencia y mejora reputacional. La competitividad ya no depende solo de digitalizar, sino de hacerlo con “intención climática”.

En un mundo de regulaciones crecientes y mercados exigentes, la capacidad de Argentina y Uruguay para exportar servicios basados en prácticas responsables definirá su posicionamiento en la economía digital global.

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