Una ley pionera y controvertida
Australia se convirtió el 10 de diciembre en el primer país que prohíbe el acceso a redes sociales para menores de 16 años, afectando plataformas como TikTok, Instagram, Facebook, YouTube, Snapchat, Reddit, Twitch, Threads, Kick y X.
La normativa obliga a las compañías a impedir que estos usuarios mantengan o creen cuentas activas, bajo multas de hasta 49,5 millones de dólares australianos (aproximadamente 33 millones de dólares).
El primer ministro, Anthony Albanese, defendió la medida como un paso necesario para proteger a los niños de algoritmos adictivos, depredadores en línea y acoso digital. Sin embargo, el gobierno reconoce que la ley no será perfecta y que algunos niños y padres podrían ignorarla.
Implementación y tecnología de verificación
Las plataformas deben validar la edad de sus usuarios mediante tecnologías de verificación que incluyen selfies en video, documentos oficiales o datos de cuentas bancarias vinculadas.
Meta, por ejemplo, ha comenzado a eliminar cuentas de menores desde el 4 de diciembre. YouTube desconectará automáticamente las cuentas infantiles, aunque permite seguir usando contenido sin iniciar sesión. Twitch pospone la desactivación de cuentas actuales hasta enero.
Controversias y desafíos
El rechazo proviene en gran parte del sector tecnológico, que cuestiona la efectividad de la prohibición y denuncia vulneraciones a la libertad de expresión. En Australia, la organización Digital Freedom Project presentó un recurso legal argumentando que la responsabilidad debería recaer en las familias y no en el Estado. Dos adolescentes afectados forman parte de esta demanda.
Por otro lado, representantes juveniles y expertos en apoyo social alertan que para muchos menores, especialmente de comunidades vulnerables —como indígenas, LGTBIQ+ o en situación de acogida— las redes sociales son un soporte esencial para su bienestar emocional y social, y su prohibición puede aumentar riesgos de aislamiento.