La Confederación General del Trabajo (CGT) elevó el nivel de confrontación con el Poder Ejecutivo y anunció la convocatoria a una movilización masiva al Congreso de la Nación para el próximo miércoles 18 de diciembre. Esta acción de fuerza es la primera gran respuesta sindical al proyecto de Reforma Laboral que el presidente Javier Milei firmó esta mañana y busca aprobar en las sesiones extraordinarias.
La decisión fue tomada por el Consejo Directivo de la central obrera luego de un debate interno sobre la intensidad del plan de lucha a seguir. La cúpula sindical, que ya había expresado su rechazo al texto —aunque mantuvo contactos informales con el Gobierno por la exclusión de puntos sensibles a la “caja gremial”—, decidió ir a la calle para presionar directamente a los senadores y diputados. El objetivo es impedir que el proyecto, que consideran un ataque a la dignidad del trabajador y la justicia social, avance en el Parlamento.
La movilización del 18 de diciembre se concentrará en las inmediaciones del Congreso, donde el proyecto de reforma deberá ser debatido en plenario de comisiones. La fecha elegida busca coincidir con el inicio efectivo de la discusión legislativa. La CGT ha advertido que la iniciativa, que incluye modificaciones en la extensión del período de prueba, el cálculo de indemnizaciones y la desregulación de la jornada con el “banco de horas”, destruye derechos adquiridos a lo largo de décadas.
Este acto de protesta marca el inicio de un período de alta conflictividad entre el Gobierno y el movimiento obrero. Si bien la CGT evitó, por el momento, convocar a un paro general, la movilización al Congreso es una demostración de fuerza destinada a disuadir a los bloques legislativos “dialoguistas” de otorgar el quórum y el voto positivo al proyecto oficialista. La respuesta del Gobierno ante la protesta masiva será clave, especialmente en el contexto del Protocolo Antipiquetes impulsado por el Ministerio de Seguridad.
La jornada del 18-D se perfila como la prueba de fuego para la capacidad de convocatoria de la CGT y para la voluntad del oficialismo de imponer su agenda legislativa en medio de la protesta social.