Los usuarios del transporte público que dependen del ramal Tigre de la Línea Mitre deberán ajustar su planificación de viaje para el inicio de 2026. Trenes Argentinos Infraestructura confirmó la interrupción total del servicio por un período de más de un mes, que se extenderá desde el 10 de enero hasta el 28 de febrero. La medida responde a un plan de obras de modernización de la traza, enmarcado en la Emergencia Ferroviaria decretada por el Gobierno Nacional.
Las tareas se concentrarán en renovar la infraestructura deteriorada, mejorar la seguridad operativa y modernizar el sistema de señalamiento, especialmente en el acceso a la terminal de Retiro. Las formaciones circulan actualmente con severas restricciones debido al mal estado de los durmientes y rieles, muchos de los cuales cuentan con una antigüedad superior a los 40 años. Durante el corte, se renovarán 7.700 metros de vías en sectores de difícil acceso y se intervendrán puentes críticos, como los ubicados en las avenidas Figueroa Alcorta y Dorrego.
El corte afectará la operatividad completa de la línea en la Ciudad de Buenos Aires. Por razones de seguridad, las formaciones eléctricas no circularán hacia Retiro. Esto implicará que los ramales José León Suárez y Bartolomé Mitre prestarán un servicio limitado entre sus cabeceras y la estación Belgrano R. Los miles de pasajeros que utilizan diariamente el ramal Tigre para ingresar y egresar del centro de la Ciudad deberán buscar alternativas de transporte durante el período de obras.
La modernización del sistema incluirá la instalación de nuevas señales y balizas ATS, máquinas de cambio y cajas de circuitos de vía. Estas tareas buscan alinear la infraestructura a estándares de seguridad más rigurosos, corrigiendo un déficit histórico. El plan integral contempla la renovación de 40 kilómetros de vía, 47 kilómetros de tercer riel y la intervención de 65 puentes y alcantarillas, entre otros componentes. La afectación total del servicio durante el receso estival es la decisión tomada por la operadora para acelerar las tareas y minimizar el impacto durante el ciclo lectivo.
La interrupción del servicio, aunque necesaria para mejorar la seguridad operativa, plantea un desafío logístico para los municipios del norte del Gran Buenos Aires, que dependen de este tren como principal vía de acceso a la capital. La “Emergencia Ferroviaria” justificó la medida extrema, forzando a los pasajeros a reorganizar su movilidad y subrayando la necesidad de una inversión sostenida en el transporte ferroviario que no ha llegado en las últimas décadas.