Wanda Nara se convirtió en una pieza fundamental dentro del expediente que investiga las presuntas estafas millonarias cometidas por su ex letrado, Nicolás Payarola, que afectaron a varios clientes de alto perfil en la zona Norte del conurbano bonaerense. La empresaria se presentó en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Benavídez para aportar su testimonio como testigo, revelando detalles cruciales sobre el modus operandi de quien fue su representante legal.
La causa, a cargo del fiscal Cosme Iribarren, investiga a Payarola por once hechos de defraudación y estafa, donde se estima un perjuicio total a las víctimas que supera los tres millones de dólares. Según la hipótesis fiscal, el abogado no solo retenía dinero que debía ser entregado a sus clientes, sino que también habría utilizado su rol para realizar operaciones de lavado de activos a través de compras de vehículos y otras maniobras financieras irregulares.
A la salida de la UFI, donde permaneció por más de dos horas junto a su actual abogado Diego Palombo, Wanda Nara fue breve pero contundente al hablar con la prensa. Aunque evitó dar detalles específicos de su declaración, la empresaria confirmó el tenor de sus acusaciones previas, que la llevaron a presentarse como testigo clave: “También fui estafada”, fue una de las frases que resonó tras su testimonio. Esta afirmación refuerza el patrón de conducta delictiva que se le imputa a Payarola y posiciona a la conductora como una víctima más en el presunto esquema.
La detención de Payarola y la posterior prisión preventiva se dictaron luego de que el fiscal lograra sumar pruebas y testimonios de al menos seis víctimas que acusan al letrado de una cadena de ilícitos. Las declaraciones de la mediática no solo aportan credibilidad a las acusaciones de las demás víctimas, sino que también permiten a la Justicia comprender la dinámica con la que el abogado habría aprovechado la confianza de sus clientes para apropiarse de sumas millonarias destinadas a distintos negocios o transacciones.
El escándalo judicial, que además apunta contra la mujer del ex abogado por presunta participación, ha sacudido al establishment legal de Zona Norte. La presencia de figuras públicas como Wanda Nara en el expediente subraya la gravedad de las acusaciones y la necesidad de esclarecer el destino de los fondos que superan los tres millones de dólares. Por el momento, la empresaria prefirió el silencio mediático y la calma, focalizando energías en responder ante la Justicia y dar, así, el siguiente paso en una causa de alto voltaje que promete tener nuevos capítulos en los próximos días.