Impacto Económico y la Carrera Geopolítica
El año 2025 consolidó a la IA como una realidad omnipresente en todos los sectores. Jensen Huang afirmó que “cada industria la necesita, cada empresa la utiliza y cada nación debe desarrollarla”.
La expansión de esta tecnología generó inversiones masivas y una carrera geopolítica intensa, principalmente entre Estados Unidos y China.
La administración de Donald Trump impulsó el proyecto Stargate, con una inversión de USD $500.000 millones destinados a construir centros de datos para modelos avanzados de IA, con la participación de gigantes como Microsoft, Nvidia y OpenAI.
Paralelamente, los principales proveedores de servicios en la nube (Amazon, Google, Meta y Microsoft) destinaron USD $370.000 millones ese año solo a infraestructura de IA. China, por su parte, respondió con inversiones millonarias y el desarrollo de chips propios.
Avances y Controversias Sociales
Si bien los avances tecnológicos permitieron a modelos como ChatGPT duplicar su base de usuarios e introducir mejoras en razonamiento y acceso a internet, el crecimiento acelerado de la IA despertó controversias sustanciales.
El principal debate giró en torno al mercado laboral. Dario Amodei, de Anthropic, estimó que la IA podría incrementar el desempleo hasta un 20% en los próximos años. En este escenario, empresas como Amazon anunciaron la sustitución de miles de puestos de trabajo por robots.
A nivel ético y de salud mental, surgieron desafíos inéditos. Casos como el del adolescente Adam Raine, fallecido tras interactuar con un chatbot, pusieron en el centro la responsabilidad empresarial. La revista reportó sobre demandas legales y el fenómeno de la “psicosis por chatbot”, que afectó a una minoría de usuarios, planteando la necesidad urgente de salvaguardas.
La elección de los “Arquitectos de la IA” por la revista TIME no solo consagró el hito tecnológico de 2025, sino que también iluminó la incertidumbre que acompaña este progreso. La sociedad presenció un avance que redefine la productividad, pero que también plantea dilemas profundos sobre el futuro del empleo, la gobernanza y la ética.