El Secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, anunció este martes 16 de diciembre la designación del Clan del Golfo como Organización Terrorista Extranjera (FTO). El funcionario estadounidense calificó a la agrupación, también conocida como Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), como una entidad criminal violenta que utiliza el tráfico de cocaína para financiar ataques contra militares y civiles.
La medida permite a las autoridades de Washington congelar activos y procesar penalmente a cualquier entidad que brinde apoyo a la banda.
Según el comunicado oficial, el Gobierno de Donald Trump busca asfixiar los recursos de organizaciones transnacionales que controlan el tráfico de estupefacientes y de migrantes hacia Norteamérica.
Esta decisión se suma a un despliegue naval en el Caribe y el Pacífico que dejó un saldo de 95 fallecidos en operaciones recientes contra el narcotráfico.
Desafío a la política de paz
La designación ocurre en un momento crítico para la administración del presidente de Colombia, Gustavo Petro. El mandatario nacional sostiene actualmente una mesa de diálogos en Doha, con el apoyo de España, Noruega y Suiza, como parte de su proyecto de “Paz Total“. Las delegaciones acordaron recientemente la ubicación de zonas para la desmovilización de combatientes prevista para marzo del próximo año.
Sin embargo, el nuevo estatus legal del grupo dificulta el avance de estas conversaciones. Los líderes del Clan del Golfo buscaron durante años un reconocimiento político para obtener beneficios penales distintos a los de un cartel de drogas.
La postura de Washington refuerza la percepción de la banda como una organización dedicada estrictamente al crimen organizado, lo cual limita el margen de maniobra del equipo negociador colombiano.