La Santa Sede oficializó este jueves un cambio trascendental en la estructura de la Iglesia católica estadounidense. El papa León XIV aceptó la renuncia del cardenal Timothy M. Dolan y nombró en su lugar a monseñor Ronald A.
Hicks, quien hasta ahora se desempeñaba como obispo de la diócesis de Joliet, en Illinois. El relevo se producirá formalmente en febrero próximo, marcando el fin de una era de 16 años bajo el liderazgo de Dolan.
Un perfil centrado en la misión social
Hicks, de 58 años, posee una trayectoria vinculada estrechamente al trabajo con comunidades vulnerables. Nacido en Chicago, el nuevo arzobispo trabajó durante cinco años en México y El Salvador como director regional de la organización “Nuestros Pequeños Hermanos”. Esta experiencia, sumada a su dominio del idioma español, lo posiciona como una figura de referencia para la población hispana en Estados Unidos.
El prelado se formó en la Universidad Loyola de Chicago y obtuvo un doctorado en Ministerio en la Universidad de Saint Mary of the Lake. Antes de su nombramiento en Joliet en 2020, ejerció como vicario general en Chicago, donde colaboró directamente con el cardenal Blase Cupich, un aliado cercano del actual pontífice.
El fin de la etapa de Timothy Dolan
La salida de Dolan, quien alcanzó la edad de jubilación de 75 años a inicios de 2025, ocurre en un clima de distancia con la línea del Vaticano. Mientras que el cardenal mantuvo una relación estrecha con el presidente Donald Trump, el papa León XIV ha manifestado críticas hacia las políticas migratorias de la actual administración.
Algunas fuentes indicaron que la rapidez con la que se aceptó la renuncia de Dolan respondió también a desinteligencias protocolares. En febrero pasado, el cardenal generó malestar en la Santa Sede al declarar públicamente que el pontífice se encontraba en estado crítico de salud.