San Clemente: rescatan a un cetáceo de los menos conocidos del mundo

Apareció en las costas bonaerenses un ejemplar de zifio, uno de los mamíferos marinos menos conocidos y más difíciles de avistar en el mundo. El operativo de la Fundación Mundo Marino busca estabilizar al animal para devolverlo a aguas profundas.

La costa de San Clemente del Tuyú se ha convertido en el epicentro de un acontecimiento biológico de relevancia internacional. Especialistas de la Fundación Mundo Marino acudieron al rescate de un cetáceo que encalló en las playas locales y que resultó ser un zifio (familia Ziphiidae), una especie de ballena dentada que habita en aguas extremadamente profundas y de la cual existen muy pocos registros visuales en libertad. Estos animales, conocidos por ser los buceadores más extremos del océano —capaces de descender a más de 2.000 metros de profundidad—, raramente se acercan a la costa a menos que padezcan una patología grave o desorientación por factores externos. El hallazgo representa una oportunidad invaluable para la ciencia, pero también una carrera contra el tiempo para salvar la vida del ejemplar.

El operativo de rescate se desarrolla bajo un estricto protocolo de manejo de fauna marina. Debido a su fisiología adaptada a las altas presiones del abismo, los zifios son extremadamente sensibles al estrés y a los cambios de gravedad que experimentan fuera del agua. Los veterinarios y biólogos trabajan en turnos para mantener al animal hidratado y estabilizado en una pileta de rehabilitación, mientras se realizan estudios de sangre y ecografías para determinar las causas del varamiento. Para el público reflexivo, este suceso invita a pensar en la fragilidad de la biodiversidad marina y en cómo el ruido antropogénico (producido por sonares o prospecciones petroleras) puede interferir en los sofisticados sistemas de ecolocalización de estos gigantes silenciosos.

La importancia de este rescate radica en lo poco que la humanidad sabe sobre los zifios. Al ser animales de mar abierto y gran profundidad, la mayor parte de la información científica proviene, lamentablemente, de ejemplares que aparecen muertos en las costas. Lograr la rehabilitación de un individuo vivo permitiría registrar datos sobre su comportamiento y fisiología que son, hasta hoy, un misterio para la biología marina. Los especialistas advierten que el pronóstico es reservado, ya que el varamiento en cetáceos suele ser el síntoma final de una afección interna compleja. No obstante, el esfuerzo del equipo técnico subraya el compromiso de las organizaciones locales con la preservación de especies que funcionan como indicadores de la salud de nuestros océanos.

Finalmente, este evento pone de relieve la necesidad de contar con redes de asistencia y rescate profesionalizadas en el litoral atlántico. Mientras la comunidad científica aguarda los resultados de las pruebas, el rescate del zifio en San Clemente nos recuerda que el mar argentino aún alberga secretos que desafían nuestro conocimiento actual. La preservación de estos cetáceos no es solo una cuestión de empatía animal, sino un imperativo de soberanía científica y ambiental. Si el operativo resulta exitoso, la devolución del zifio a su hábitat natural será uno de los hitos más importantes de la década para la conservación marina en el hemisferio sur.

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