El impacto financiero en enero
La transición hacia el sistema unificado demandará una previsión económica particular para el inicio del año. En enero de 2026, los contribuyentes deberán cancelar el último bimestre de 2025 de Ingresos Brutos (noviembre y diciembre) y, en simultáneo, abonar la primera cuota del Monotributo Unificado.
Por otro lado, los organismos de recaudación advirtieron que los débitos automáticos vinculados exclusivamente a los pagos de la Ciudad serán interrumpidos. Aquellos usuarios que deseen mantener esta modalidad de pago deberán verificar su estado en la plataforma de ARCA, ya que solo se mantendrán vigentes los débitos que ya incluían el componente nacional del monotributo.
Gestión centralizada y bajas automáticas
La unificación también traslada toda la carga administrativa a un solo entorno digital. Trámites como las altas de nuevos contribuyentes, las modificaciones de datos y las bajas por cese de actividad se realizarán exclusivamente a través del portal de ARCA. Esta centralización garantiza que cualquier cambio en la situación fiscal nacional se refleje de inmediato en el padrón de la Ciudad.
Finalmente, el nuevo marco normativo establece que las exclusiones de pleno derecho o las bajas por falta de pago impactarán en ambas jurisdicciones por igual. Si un contribuyente es excluido del régimen nacional por exceder los límites de facturación, perderá automáticamente su condición en el esquema simplificado local, debiendo migrar al régimen general de Ingresos Brutos.
El ingreso de la Capital Federal a este sistema nacional, que ya opera en otras 13 provincias, promete reducir la burocracia para el sector profesional y comercial.
Sin embargo, queda planteada la incógnita sobre cómo afectará la mensualización del tributo local a la planificación financiera de los pequeños contribuyentes. ¿Logrará la agilidad administrativa compensar la mayor frecuencia en la percepción de los impuestos?