El fin de la incertidumbre en el gancho
La relación entre el productor ganadero y la industria frigorífica atravesó históricamente tensiones derivadas de la falta de datos inmediatos sobre el rendimiento final de los animales. El proceso de faena, momento en el cual se determina el valor real de la inversión de años de crianza, solía ser una “caja negra” para el remitente de la hacienda.
Sin embargo, la integración de sistemas digitales comenzó a modificar este escenario al permitir que los datos de la balanza y la tipificación lleguen de forma directa al dispositivo móvil del ganadero.
El sistema denominado Visor Traza funciona como un puente de información entre la planta procesadora y el establecimiento agropecuario. Mediante esta tecnología, el usuario accede a métricas precisas sobre el rinde de la res, el peso en cuarta balanza y la clasificación de la carne apenas finaliza el pesaje en el frigorífico. Esta inmediatez elimina la espera de días por las liquidaciones físicas y permite una comparación exacta entre lo esperado y lo obtenido.
Datos para la mejora genética y nutricional
La utilidad de esta herramienta trasciende el control administrativo. Al contar con detalles específicos de cada lote, el productor puede identificar cuáles animales cumplieron con los estándares de calidad.
El registro histórico de estos valores facilita el ajuste de las dietas nutricionales y la selección genética, ya que permite detectar con precisión qué líneas de sangre producen mejores resultados en el gancho.
La plataforma renovó recientemente su interfaz para facilitar la lectura de indicadores clave como el rendimiento porcentual y la distribución de la grasa. Según la información técnica disponible, la digitalización de estos procesos no solo agiliza la gestión financiera, sino que también otorga un marco de seguridad jurídica y técnica al proceso comercial. La transparencia en el dato primario se convierte en un activo estratégico para las empresas agropecuarias que buscan escalas de eficiencia superiores.