La actriz fue consultada por Mirtha Legrand sobre la separación con Cabré, que ocurrió en enero de 2012.
La actriz fue consultada por Mirtha Legrand sobre la separación con Cabré, que ocurrió en enero de 2012.
A más de una década de una de las separaciones más mediáticas del espectáculo argentino, la actriz Eugenia Tobal habló este fin de semana sobre su conflictivo pasado con su exesposo, Nicolás Cabré. Con una notable serenidad y desde un lugar de superación, la actriz reflexionó sobre el dolor, el aprendizaje y el presente que la encuentra en un momento de plenitud.
Invitada a La Noche de Mirtha, Tobal fue consultada sobre aquel difícil capítulo de su vida, marcado por una boda, una dolorosa pérdida y una separación rodeada de rumores de infidelidad. Lejos de evadir el tema o mostrarse incómoda, la actriz sorprendió con un mensaje de paz y sanación, dejando en claro que esa etapa de su vida ya fue superada.
Al recordar el final de su matrimonio, Tobal no negó la dureza de lo que vivió, pero lo resignificó como un punto de inflexión en su vida. “En su momento fue devastador, no lo voy a negar. Fue el momento más duro de mi vida, pero también fue el que me reconstruyó”, confesó con sinceridad.
La actriz profundizó en su proceso de sanación, explicando que la perspectiva que dan los años le permitió procesar los hechos de una manera completamente diferente. “El tiempo realmente sana todo. Hoy lo miro desde un lugar de tanto aprendizaje que ya no hay dolor”, aseguró, dando a entender que el rencor ya no forma parte de su presente.
El foco de su testimonio estuvo puesto en su actualidad, marcada por la maternidad y una nueva etapa personal que valora por sobre todas las cosas. Cuando “La Chiqui” le preguntó si guardaba algún tipo de resentimiento, su respuesta fue contundente.
“No le guardo rencor a nadie. La vida te pone las cosas en su lugar”, afirmó. En ese sentido, Tobal destacó que sus prioridades hoy son otras y que la tranquilidad que ha conseguido es su mayor tesoro. “Hoy mi prioridad es mi hija, mi familia, y esa paz no la cambio por nada”, concluyó.
Finalmente, al ser consultada directamente por Cabré, Tobal cerró el tema con un mensaje conciliador: “Le deseo lo mejor, sinceramente. Cada uno hizo su camino y encontró su felicidad en otros lados. El pasado está sanado y pisado”. Sus palabras no solo cierran una vieja herida pública, sino que también ofrecen un testimonio de resiliencia y crecimiento personal.
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