El crimen de Coghlan: su excompañero, el principal sospechoso, se presentó ante la justicia

El caso del adolescente Diego Fernández Lima, desaparecido en 1984, toma un giro inesperado. A 48 horas del macabro hallazgo de sus restos, el principal sospechoso, Cristian Graf, se presentó ante la justicia para ponerse a disposición, reavivando una investigación que el tiempo no pudo cerrar.

La investigación por el crimen de Diego Fernández Lima, el adolescente de 16 años cuyos restos óseos fueron encontrados en una casona de Coghlan, ha tenido un desarrollo inesperado . Cristian Graf, un excompañero de la víctima y señalado como principal sospechoso, se presentó ante la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 61 para ponerse a disposición de la Justicia. Este acto, casi sin precedentes en una causa tan antigua, ha puesto al sospechoso en el centro de la escena.

La madre de Graf aún reside en la casa donde los obreros realizaron el macabro hallazgo en mayo de 2025. Tras su presentación, Graf fue abordado por una periodista y, visiblemente nervioso, negó haber asesinado a Fernández Lima. Esta declaración reaviva las dudas y pone de manifiesto la complejidad de un caso en el que la memoria y la verdad se entrelazan después de más de cuatro décadas.

La cronología de un caso que el tiempo no pudo enterrar

La desaparición de Diego Fernández Lima ocurrió en 1984. En ese momento, Diego tenía 15 años y, según la principal hipótesis de los investigadores, acudió a la casa de la familia Graf por su propia voluntad. La relación entre ambos adolescentes, sin embargo, era desconocida para la familia de la víctima. Javier, el hermano de Diego, declaró: “Hace 41 años lo buscamos y teníamos la esperanza de encontrarlo con vida”. Una historia de dolor y persistencia que hoy encuentra una respuesta.

El hallazgo de los restos fue casi accidental: el albañil apodado “Chucky” los encontró en el patio de la casa, cerca de la medianera. Los huesos presentaban una “lesión cortopunzante en la cuarta costilla derecha” y marcas en los miembros, lo que, según las pericias del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), sugiere que el cuerpo fue manipulado.

 
El desafío legal: un “juicio por la verdad” y la lucha por una nueva ley

La complejidad del caso reside en su antigüedad. El fiscal Martín López Perrando, a cargo de la investigación, ha señalado que el crimen “estaría prescripto” debido a que la pena máxima es de 25 años y ha pasado más de una década sin que se haya imputado a una persona. Sin embargo, el objetivo principal del fiscal ya no es lograr una condena, sino impulsar un “juicio por la verdad” para reconstruir lo sucedido y determinar a los responsables. El hermano de la víctima, Javier, se ha hecho eco de este pedido, declarando: “Si no hay justicia penal, que al menos haya un juicio por la verdad.”

En este contexto, la familia de Diego busca impulsar una “Ley Diego”, inspirada en la “Ley Piazza”, para extender los plazos de prescripción en casos de desapariciones. El caso de Diego Fernández Lima se ha convertido en un símbolo de la lucha de una familia que, a pesar de la inacción de la justicia durante décadas, nunca se rindió. Para Armando Mainoli, amigo de la víctima quien jugó al fútbol con Diego Fernández Lima durante cinco años en el club Excursionistas, si bien la justicia podría ser un bien inalcanzable, al menos la verdad, finalmente, podría darle a la familia el cierre y la paz que tanto buscaron.

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