UN GRITito Y A SEGUIR: EN CHICAGO UN CLUB DE PERSONAS SE REUNE A GRITAR PARA DESAHOGARSE

En la ciudad de los vientos, una insólita terapia grupal se ha puesto de moda para combatir el estrés. Sin costo alguno, un grupo de valientes se reúne a orillas del lago Michigan para gritar al unísono, en un ritual que es tan extraño como liberador.

Multitud de personas participando del club del grito

El “Scream Club”, un fenómeno que ha ganado popularidad en Chicago, es mucho más que una simple manifestación de frustración. Se trata de un ritual colectivo, que se realiza cada domingo frente al emblemático lago Michigan, en el que los participantes se reúnen para entonar un grito grupal que busca liberar el estrés y la tensión acumulada. La práctica, aunque pueda parecer extraña, tiene como objetivo generar un “desahogo” en quienes la practican, ofreciendo un espacio seguro para expresar emociones que, de otro modo, quedarían reprimidas.

El club comenzó como un ritual personal de dos amigos que, después de una semana difícil, decidieron gritar a orillas del lago. La experiencia fue tan liberadora que pronto otros curiosos se les unieron, y se dieron cuenta de que no eran los únicos que necesitaban una vía de escape. Lo que comenzó como un acto individual se convirtió en un movimiento grupal y gratuito para todo el que quiera sentirse más ligero y conectado. Para participar, basta con llegar, escribir lo que se lleva dentro en un papel biodegradable y lanzarlo al lago antes de gritar.

Desde la psicología, se explica que el grito es una respuesta primitiva del organismo ante la tensión, y su práctica consciente puede tener beneficios fisiológicos. Al gritar, el cuerpo activa una serie de mecanismos para manejar el estrés. Por un lado, se produce una liberación de endorfinas, que actúan como analgésicos naturales del cuerpo, generando una sensación de alivio temporal. Por otro, se reduce el nivel de cortisol, la hormona del estrés, lo que contribuye a una sensación de calma y relajación. A nivel físico, el acto de gritar también libera la tensión acumulada en los músculos, que suelen ser zonas donde se acumula el estrés de forma inconsciente.

La popularidad de esta práctica es un reflejo de una sociedad que busca formas creativas y poco convencionales para hacer frente a la ansiedad colectiva. El grito, que por mucho tiempo ha sido asociado con el enojo y la frustración, está siendo re-significado como una herramienta terapéutica. En un mundo donde la incertidumbre económica y la sobrecarga de información son la norma, el “Scream Club” se presenta como una válvula de escape para quienes buscan una solución rápida y eficaz para liberar la presión. ¿Quién será el primero en organizar el Club del Grito en Rio de la Plata?

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