A menos de dos meses de las elecciones legislativas, los economistas han puesto el foco en una variable que, a su entender, definirá el pulso de la economía argentina: la tasa de interés. En un contexto de alta incertidumbre, el gobierno se enfrenta al desafío de sostener la demanda de pesos para contener el dólar, y los expertos coinciden en que la estrategia para lograrlo pasará por un manejo cuidadoso de la tasa de referencia.
“La tasa es la clave para sostener la demanda de pesos en un marco de cuenta capital abierta”, afirmó el director de la consultora Eco Go, Sebastián Menescaldi. Una postura similar tuvo el director de C&T Asesores Económicos, Camilo Tiscornia, quien aseguró que “en el corto plazo será la tasa de interés quien marque el ritmo” de la economía. El propio ministro de Economía, Luis Caputo, reconoció el contexto preelectoral en una reciente declaración, asegurando que el Gobierno buscará evitar que los pesos “vayan al mercado porque cuidamos la inflación”.
La estrategia del Gobierno se ha visto puesta a prueba en las últimas semanas. Tras el fracaso de una licitación de deuda en pesos, el Banco Central subió cinco puntos porcentuales los encajes bancarios (del 45% al 50%) para absorber liquidez del mercado. En este contexto, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, informó que el Gobierno logró colocar $ 3,7 billones en bonos TAMAR, en un intento por “completar el objetivo de absorción monetaria” y mantener la calma.
La volatilidad en la tasa de interés y la posibilidad de que continúen aumentando dependerá de lo que convalide el Tesoro para evitar el traslado de excedente de pesos al mercado cambiario. El dato de inflación de julio, que se ubicó en el 1,9% según el INDEC, añade un nuevo matiz al debate. La cifra, si bien es baja, muestra una aceleración respecto a junio y un acumulado interanual del 36,6%. Con las elecciones en el horizonte, la estabilidad económica se ha convertido en la principal apuesta de la gestión.