Alertan que cerraron 14.000 pymes en el último año y medio

El presidente del Centro de Panaderos de la provincia de Buenos Aires, Martín Pinto afirmó que la venta de facturas cayó 85% por el deterioro del consumo.

La crisis del sector panadero en Argentina profundiza su impacto económico y social con cifras alarmantes.

En los últimos 18 meses, cerraron alrededor de 14.000 pymes y 1.700 panaderías en todo el país, un reflejo de la situación económica y el deterioro del consumo popular, según explicó Martín Pinto, presidente del Centro de Panaderos de la provincia de Buenos Aires, en diálogo con Radio Rivadavia.

Pinto aseguró que “solo seis de cada diez máquinas están encendidas” y la producción se redujo a la mitad, lo que desnuda una realidad preocupante para uno de los sectores más tradicionales y emblemáticos de la alimentación nacional.

Ventas de facturas en caída libre

El consumo de pan, producto básico y a menudo un indicador del nivel de pobreza, cayó un 50% en el último año y medio. El derrumbe es aún más sensible en productos como las facturas, que sufrieron una disminución del 85% en las ventas. En palabras de Pinto, “ya ni siquiera la docena del día anterior al 50% de descuento se vende”.

Las panaderías, por lo general, han dejado de producir variedad y trabajan “con lo justo”, apagando heladeras y equipos para ahorrar energía y evitar pérdidas, ya que lo que no se vende termina siendo descartado.

Esta crisis no solo afecta la producción y comercialización, sino que tiene un fuerte impacto en el empleo: cada cierre de panadería significa la pérdida de entre seis y siete puestos de trabajo, aumentando el desempleo en un sector que sostiene la economía de numerosos barrios. Pinto lamentó que “en el mostrador tenías una gran variedad: panes, facturas, sándwiches. Hoy la realidad es muy distinta”.

El aumento sostenido en los costos de insumos básicos como la harina, grasa y huevos, así como en los servicios públicos, presiona más sobre la rentabilidad del sector, según el dirigente panadero.

Estos costos crecieron entre un 8% y un 15% en las últimas semanas, agravando la situación. En paralelo, la inflación y la caída del poder adquisitivo han reducido radicalmente la demanda, llevando a una situación que muchos panaderos describen como “insostenible”.

El contexto económico general, caracterizado por una caída de la actividad y una reducción del consumo masivo, afecta duramente a las pymes. El sector panadero es un ejemplo claro de cómo la crisis impacta en la economía real, afectando el empleo y la oferta de productos accesibles para los sectores populares.

Martín Pinto concluyó con un diagnóstico sin vueltas: “Producir en Argentina cada vez cuesta más. Soy panadero y solo uso la mitad de las máquinas”.

El sector reclama medidas urgentes que puedan revertir la caída del consumo y aliviar la presión de los costos para evitar una mayor desaparición de los comercios tradicionales y una pérdida aún más profunda de fuentes de trabajo

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