La jornada del lunes 8 de septiembre comenzó con una marcada volatilidad en los mercados financieros argentinos, que reflejaron el impacto político de la contundente victoria de Fuerza Patria en las elecciones legislativas de Buenos Aires.
El dólar oficial se disparó hasta rozar los $1.460 en bancos como Galicia, ICBC y Banco Nación, alcanzando el techo impuesto por la banda de flotación gubernamental, con un máximo fijado en $1.470. En paralelo, el dólar blue se ubicó también en niveles elevados, operando cerca de $1.450.
El índice riesgo país, que mide la percepción de riesgo de los inversores en deuda soberana, superó los 1.100 puntos básicos, un nivel que no se veía hace tiempo y que refleja la desconfianza sobre la capacidad de pago y estabilidad económica del país.
Las acciones argentinas en la bolsa de Nueva York sufrieron una caída aún más marcada, con pérdidas superiores al 22% para empresas como Grupo Supervielle, Grupo Financiero Galicia y Transportadora Gas del Sur. El índice Merval, medido en dólares, descendió más de 14% desde la apertura.
Especialistas internacionales, en particular desde Wall Street, cuestionaron la actitud “hostil, arrogante e intolerante” del Gobierno de Javier Milei y recomendaron la búsqueda de consensos y puentes con la oposición moderada para preservar la gobernabilidad y el rumbo económico.
Mientras el ministro Luis Caputo ratificó en redes sociales que no habrá cambios en la política económica ni fiscal, el mercado parece precisar señales claras de apertura para reducir la alta volatilidad vigente.
De cara a las elecciones nacionales de octubre, la presión política y económica sobre el oficialismo se incrementa, con los mercados vigilantes ante cada desarrollo.