#NEPOBABIES GO HOME
Este cierre digital agravó un contexto ya tenso marcado por la percepción generalizada de una clase política corrupta y nepotista. En las redes sociales había ganado masividad la etiqueta “#nepobabies”, una crítica directa a los hijos de políticos y empresarios que ostentan privilegios y bienes de lujo con fondos vinculados a la corrupción. Este símbolo canalizó el descontento juvenil frente a un sistema político cerrado, que ha alternado en el poder sin renovación ni transparencia, mientras la desigualdad crece y el empleo para los jóvenes es escaso. Cada día, más de 2000 jóvenes emigran hacia el Oriente Medio o el Sudeste Asiático, según cálculos oficiales, motivados por la búsqueda de trabajo.
Las protestas comenzaron de forma pacífica, convocadas y autogestionadas por estudiantes y jóvenes urbanos, que salieron a las calles de Katmandú y otras ciudades principales exigiendo la apertura de las redes sociales y el fin de la corrupción estructural. No obstante, la respuesta estatal fue una escalada represiva que incluyó el uso de gases lacrimógenos, cañones de agua y munición real contra manifestantes. La violencia se intensificó cuando grupos de jóvenes intentaron derribar barricadas en torno al Parlamento, escenario donde se registraron múltiples disparos policiales con un saldo trágico de al menos 19 muertos, entre ellos civiles y varios heridos en estado crítico.
Este episodio dejó una herida profunda en la opinión pública y desató una ola de indignación que derivó en una radicalización de la protesta. Manifestantes, no solo incendiaron el edificio del Parlamento, sino que se sumó uno de los incidentes más dolorosos en el hogar del exprimer ministro Jhalanath Khanal, figura emblemática del Partido Comunista de Nepal (UML). Su residencia en el barrio Dallu, Katmandú, fue atacada por una multitud que incendió la propiedad en medio de una serie de represalias contra líderes de diversos sectores políticos. Pero en el interior de la casa estaba su esposa, Rajyalaxmi Chitrakar, quien quedó atrapada por el fuego. Según vecinos y testigos, los manifestantes inicialmente bloquearon el ingreso de los equipos de emergencia, que sólo pudieron intervenir cuando la situación se tornó incontrolable. Rajyalaxmi fue rescatada con heridas graves por quemaduras y trasladada al Hospital de Quemaduras de Kirtipur, donde finalmente falleció horas después.