En el marco de un panorama político y económico convulsionado tras la amplia derrota electoral en la provincia de Buenos Aires, el ministro de Economía, Luis Caputo, mantuvo una conversación con Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), para revisar el progreso en la implementación del programa económico acordado con el organismo. La portavoz del FMI, Julie Kozack, informó que el diálogo se produjo a principios de esta semana y que el staff del FMI sigue colaborando estrechamente con las autoridades argentinas para afianzar la estabilidad y fortalecer las perspectivas de crecimiento del país.
Kozack resaltó en su conferencia de prensa que el FMI valora los avances en materia fiscal, destacando los superávits primarios alcanzados hasta agosto y la reducción progresiva de la inflación, que por cuarto mes consecutivo se mantuvo por debajo del 2%, con un 1,9% registrado en agosto. Además, hizo hincapié en la importancia de mantener un marco monetario y cambiario transparente, coherente y predecible para gestionar la volatilidad de los mercados.
Por su parte, Caputo reiteró que el Gobierno no modificará ni un milímetro el rumbo del plan económico pese a la derrota en las urnas, ratificando su compromiso con el equilibrio fiscal, la política monetaria restrictiva y el esquema de bandas cambiarias pactado con el FMI. En los últimos días, el Ejecutivo ha tomado decisiones fuertes, como el veto a leyes que aumentaban gastos públicos en educación y salud, buscando mantener la sostenibilidad fiscal.
De cara a las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial, que se desarrollarán del 13 al 18 de octubre en Washington, Caputo se prepara para presentar avances y ajustar la estrategia económica. El calendario oficial prevé que la próxima revisión del acuerdo con el FMI se realice en enero de 2026, con metas de desempeño a cumplir para fin de año.
Sin embargo, el entorno sigue siendo complejo. El FMI ha expresado preocupación por la reciente volatilidad en las tasas de interés y en el mercado cambiario, advirtiendo que las mejoras en la gestión monetaria deben continuar para mitigar los efectos negativos en la actividad económica. Además, aún quedan pendientes desembolsos por aproximadamente 6.000 millones de dólares bajo el acuerdo de Facilidades Extendidas, condicionados al cumplimiento de los objetivos pactados.
En este escenario, el respaldo explícito del FMI busca brindar confianza a los mercados y al Gobierno para continuar con la implementación de un programa que aspira a consolidar la estabilidad macroeconómica y sentar bases sólidas para la recuperación y el crecimiento sostenible en Argentina.