La Ciudad Autónoma de Buenos Aires enfrenta un crecimiento en los intentos de robo de vehículos a través de inhibidores de señal, dispositivos que bloquean el cierre centralizado para facilitar la apertura sin forzar las puertas.
El último episodio ocurrió en Palermo, en la intersección de las calles Cerviño y Paunero, cuando un transeúnte advirtió a agentes de la Comisaría Vecinal 14C sobre la conducta sospechosa de un hombre que intentaba abrir un Citroën blanco perteneciente a una mujer de 76 años. El hombre, un colombiano de 54 años, quiso escapar al notar la presencia policial, pero fue interceptado en la esquina de Cerviño y Salguero.
Durante el procedimiento, se le incautó un morral negro que contenía un inhibidor de señal, un aparato que impide el correcto cierre del vehículo para facilitar su robo sin violencia.
Este caso quedó bajo la competencia del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 9, dirigido por el juez Ángel Gómez Maiorano, quien ordenó la investigación por tentativa de hurto.
Casos semejantes se reportaron semanas antes en Palermo y Monserrat. En agosto, un peruano fue detenido al intentar abrir un Audi A3 con un inhibidor, mientras que una intervención en Monserrat logró la detención de tres personas tras encontrar en su poder un Renault Kwid con pedido de secuestro activo por un robo armado en Lomas de Zamora.
Las investigaciones policiales indican que la mayoría de los implicados en este tipo de robo son extranjeros, principal motivo por el cual la modalidad ya encendió las alarmas en las autoridades porteñas y en los vecinos de distintos barrios.