Víctimas y contexto del hecho
Las víctimas, identificadas públicamente como Lara, Brenda y Morena, tenían entre 15 y 20 años. Sus muertes ocurrieron en un territorio marcado por la presencia de organizaciones narco y disputas internas entre jóvenes ligados a esas bandas. En la zona actúan grupos como “Jóvenes Salvajes”, presuntamente comandados por alias “Julito” y “Pequeño J”, quienes podrían estar vinculados directa o indirectamente al crimen, según fuentes judiciales.
El caso inicialmente parecía un triple homicidio común pero la justicia redefinió la investigación como un femicidio múltiple, dada la violencia ejercida y el posible móvil de género. La causa pasó de la fiscalía que la manejaba a otra que tiene especialidad en delitos de este tipo, para un abordaje más exhaustivo.
Desarrollo de la investigación
Los primeros detenidos, dos hombres y dos mujeres de la zona, permanecen incomunicados y negaron declarar durante esta instancia inicial. Este silencio añade complejidad a la pesquisa, que busca reunir pruebas sólidas: testimonios, registros telefónicos y relatos de allegados.
El cambio de fiscal y la reclasificación legal obedecen a una revalorización del caso que toma en cuenta la tipificación del femicidio, que trae aparejadas medidas y protocolos específicos en la investigación y el proceso judicial.