Nuevo fiscal y testigo narco clave en la causa del triple femicidio de Florencio Varela

El fiscal Adrián Arribas asumió la investigación del brutal triple femicidio que conmueve al Conurbano bonaerense. Un joven dealer de Ciudad Evita cercano a Brenda del Castillo emerge como testigo clave en la causa contra la banda narco involucrada.

Victimas del triple crimen de Florencio Varela
Victimas del triple crimen de Florencio Varela

La causa que investiga el brutal triple femicidio cometido el 20 de septiembre en Florencio Varela suma novedades decisivas. Tras la renuncia del fiscal Gastón Dupláa, Adrián Arribas asumió formalmente la investigación y ya armó una mesa de trabajo con la DDI de La Matanza para acelerar los pasos judiciales.

Los cuatro sospechosos principales —Miguel Ángel Villanueva Silva (25 años), María Celeste González Guerrero (28), Daniela Iara Ibarra (19) y Maximiliano Andrés Parra (18)— se negaron a declarar en sus indagatorias y permanecerán detenidos. Están imputados por homicidio calificado con los agravantes de concurso premeditado, alevosía, ensañamiento y violencia de género, que incluye la figura de femicidio. Las detenciones fueron ratificadas por el juez de Garantías Fernando Horacio Pinos Guevara.

Uno de los móviles que señalan las autoridades es un ajuste narco relacionado con la organización de “Pequeño J”, un ciudadano peruano de 23 años, prófugo con pedido de captura, que sería el autor intelectual del crimen. Los cuatro detenidos formarían parte de su estructura, y se espera que brinden detalles sobre la planificación y ejecución del triple asesinato.

Por otro lado, la investigación incorporó un nuevo testigo clave: un joven dealer de los monoblocks de Ciudad Evita, zona donde residía Brenda Loreley del Castillo. Este joven, fácil de reconocer por una señal física particular, pertenece a una banda narco originada en las células del histórico capo Nicolás Nahuel Guimil, “Chaki Chan”, preso desde 2023. Se cree que su testimonio podría aportar datos decisivos para esclarecer la trama delictiva y la brutalidad del asesinato.

El horror del caso radica en la extrema violencia aplicada: las víctimas sufrieron torturas, fractura de cráneo y mutilaciones post mortem. Las torturas, incluso, fueron transmitidas en vivo por Instagram en un grupo cerrado, según fuentes oficiales. Los cuerpos fueron encontrados enterrados en bolsas dentro de un pozo séptico, lo que evidenció un claro mensaje mafioso y violencia de género extrema.

Los velatorios de las víctimas, Brenda, Morena y Lara, con edades entre 15 y 20 años, se realizaron esta semana en escenarios de profunda conmoción social. Familiares y organizaciones feministas convocaron a movilizaciones masivas bajo el lema “Ni una menos” para este sábado 27 de septiembre en Plaza de Mayo, reforzando el pedido de justicia y el fin de la violencia femicida.

Este caso, además de conmover a la sociedad, expone la compleja relación entre narcotráfico, violencia de género y vulnerabilidad social en el Conurbano bonaerense, un desafío para las autoridades y la justicia.

Nota escrita por:
Te recomendamos...