Un nuevo vuelo de repatriación: Siete argentinos deportados llegan a Ezeiza tras meses de detención en EE. UU.

Siete argentinos deportados por el gobierno de Donald Trump llegaron al país en el cuarto vuelo de repatriación. Los familiares denunciaron el trato inhumano en los centros de detención de EE.UU. y la ruptura de sus lazos familiares.

Avión en el que llegaron los argentinos deportados

El aeropuerto internacional de Ezeiza fue, por cuarta vez en lo que va del año, el punto de llegada de ciudadanos argentinos deportados por el gobierno de Donald Trump. Un avión contratado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos aterrizó cerca de la 1 de la madrugada de este martes, trayendo consigo a un grupo de siete personas expulsadas bajo la estricta política migratoria de la administración republicana.

El total de deportaciones de argentinos desde Estados Unidos en los últimos cuatro meses se acerca ya al medio centenar, una cifra que crece como consecuencia del endurecimiento de las normas contra migrantes en situación irregular o con antecedentes penales.

Dramas personales y críticas al sistema de detención

En medio de un operativo de “máximo hermetismo”, los deportados salieron por una puerta de acceso exclusiva, donde fueron recibidos por un pequeño grupo de familiares. El ambiente en la terminal aérea era de conmoción, con abrazos y lágrimas tras meses de separación.

Una mujer de Misiones relató que su pariente, quien trabajaba en gastronomía, perdió “su departamento, su trabajo, su camioneta” y que llegó “con lo puesto” a la Argentina. Otra mujer, que prefirió reservar su nombre, aguardaba a su hermana, quien había vivido en Florida por más de 25 años y se dedicaba a la hostelería. La hermana estuvo detenida por más de cuatro meses, acusada de una “supuesta orden de deportación” de 2015 de la que nunca había sido notificada.

La mujer denunció el trato inhumano en los centros de reclusión. Según relató, su hermana “pasó a dormir en el piso” en un centro militar y el contacto con los familiares estaba restringido a “comunicaciones telefónicas esporádicas” de ocho minutos de duración. Los detenidos, que no podían tener acceso a sus pertenencias, debían recordar “algún número de memoria” para poder comunicarse con sus seres queridos.

La política migratoria en la mira

Las deportaciones han sido objeto de fuertes críticas por parte de los familiares de los afectados, que acusan al gobierno de Trump de estar “partiendo familias a la mitad” con una política que, a su juicio, es “racista” y afecta incluso a personas que buscaban “un futuro mejor” en Estados Unidos. Una de las familiares, de hecho, lamentó que bajo el gobierno anterior, la situación de su familiar hubiera sido diferente, ya que “el hecho de tener un ciudadano adulto norteamericano iba por sobre la situación irregular”.

Los vuelos de repatriación se han vuelto una constante en el último año. Este es el cuarto vuelo que llega a Ezeiza. El primero fue en junio, el segundo en septiembre y el tercero fue el 26 de septiembre. Los siete deportados de este martes se suman a los 41 argentinos que ya habían sido expulsados.

Tras un procedimiento interno en Migraciones, los deportados fueron liberados. Solo cuatro salieron a pie de la terminal aérea, portando apenas pequeñas bolsas de pertenencias. Los tres restantes fueron trasladados en una camioneta de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), sin que se dieran a conocer sus paraderos. Trascendió que uno de los casos se debió a un tema de “explotación sexual” y otro por “manejar en estado de ebriedad”.

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