Gobernadores proponen una hoja de ruta para eliminar las retenciones al agro

Gobernadores de la Zona Núcleo proponen eliminar las retenciones al agro de forma permanente. El plan, liderado por Santa Fe, estima que la recaudación perdida se compensaría con el aumento de tributos internos por una mayor producción.

Ministro de Economía de Santa Fe y Ministro de Hacienda y Finanzas de Mendoza

El debate sobre los derechos de exportación ha vuelto a la agenda política, esta vez impulsado por los mandatarios provinciales de la Zona Núcleo agropecuaria. Tras la reciente decisión del gobierno nacional de suspender temporalmente los impuestos, los gobernadores están analizando un plan para eliminar las retenciones de forma definitiva, con el objetivo de demostrar que el alivio fiscal puede ser compensado por un incremento en la recaudación de tributos internos.

La propuesta, que se basa en un aumento de la actividad económica, fue presentada por el ministro de Economía de Santa Fe, Pablo Olivares, en el AmCham Agribusiness Forum. Olivares, un funcionario cercano al gobernador Maximiliano Pullaro, argumentó que el impuesto es negativo “no solamente desde el punto de vista del productor, que es el que más lo está sufriendo, sino de todo el sector”.

Un plan fiscal para compensar la eliminación del impuesto

El razonamiento de la provincia de Santa Fe es que el Estado nacional podría recuperar hasta el 85% de los recursos que dejaría de percibir por la eliminación de las retenciones, a través de un incremento en la tributación interna. Este crecimiento se generaría por dos vías principales: una mayor facturación por la demanda agregada y la posibilidad de que la eliminación del impuesto induzca unos 16 millones de toneladas adicionales de producción.

El costo fiscal de la eliminación de las retenciones en 2024 fue de $6 billones de pesos, sobre un total de $131 billones recaudados. Para el gobierno santafesino, la eliminación de esta carga permitiría una “recuperación con tributación interna”, lo que, a su juicio, tendría un impacto positivo en la balanza comercial y en la economía de las provincias. Además, el ministro Olivares subrayó que, al eliminarse las retenciones (que no son coparticipables), y al incrementarse los tributos internos (que sí lo son), se “tendría efecto en una menor evasión” y en una mejor distribución de los ingresos.

Un consenso provincial en defensa del campo

La iniciativa de Santa Fe ha encontrado eco en otras jurisdicciones. El ministro de Hacienda y Finanzas de Mendoza, Victor Fayad, afirmó que, aunque las exportaciones de economías regionales no tienen retenciones, la eliminación de la carga impositiva beneficiaría a la provincia con un aumento en el Impuesto a las Ganancias, lo que implicaría más coparticipación para las provincias.

El consenso entre los gobernadores de la Zona Núcleo agropecuaria, que son las más afectadas por el impuesto, es un claro mensaje al gobierno nacional de Javier Milei. Los mandatarios provinciales insisten en que las retenciones deben eliminarse de forma definitiva, ya que el impuesto es un obstáculo para el desarrollo de la actividad productiva. La reciente eliminación temporal, que el gobierno dispuso para ingresar u$s7.000 millones en el BCRA, ha alimentado las expectativas de los productores de que la medida se prolongará.

El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) estima que el costo fiscal de haber eliminado temporalmente las retenciones a la soja, el trigo y el maíz es de unos u$s1.500 millones, lo que se traduciría en un 0,1% del PBI en la recaudación del Impuesto a las Ganancias en 2026. El plan de los gobernadores es una hoja de ruta para el Congreso, que ahora tendrá que decidir si el país se embarca en una reforma fiscal que elimine los derechos de exportación.

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