Moscas pitufos y puntos críticos
El concepto de etapas marcadas en el envejecimiento surgió estudiando a las “moscas pitufos”, pequeñas moscas de la fruta alimentadas con tinte azul que revela su envejecimiento avanzado al volverse permeables y transportar el tinte a su cuerpo, tornándose azules justo antes de morir.
Este cambio rápido indica que las moscas mantienen su salud estable durante mucho tiempo, pero después alcanzan un umbral de daño acumulado que no pueden reparar, cayendo en un estado de rápido deterioro.
Fenómenos similares se observaron en otros animales y también en humanos, donde acelerones abruptos en la capacidad del cuerpo para regenerar células sanguíneas aumentan los riesgos de anemia, cáncer y deterioro inmunitario a partir de los 70 años.
Cambios biológicos en la mediana edad
Otros estudios en humanos midieron cómo cambian las proteínas en la sangre de casi 4.300 personas entre 18 y 95 años y hallaron que estas se agrupan en cuatro rangos de edad con perfiles similares dentro de cada uno, pero con cambios bruscos alrededor de los 34, 60 y 78 años.
Un análisis complementario en 108 sujetos entre 25 y 75 años mostró que las moléculas relacionadas con el envejecimiento aumentan drásticamente en dos períodos breves: entre los 40 y 45 años y alrededor de los 60. Estos picos incluyen elementos vinculados a problemas cardiovasculares, menor fuerza muscular y piel más vulnerable.
Así, el envejecimiento no es gradual para la mayoría de estas moléculas, sino que ocurren aceleraciones concretas. Este hallazgo cuadra con datos epidemiológicos que señalan aumentos repentinos en el riesgo de enfermedades y mortalidad en dichas edades.