La Complutense, la mayor universidad de España, al borde del colapso financiero sin un rescate de Madrid

La Complutense, la mayor universidad de España, está al borde del colapso y necesita un crédito de 34,4 millones de euros de la Comunidad de Madrid para pagar sueldos. El problema es la infrafinanciación histórica, que Ayuso usa para presionar por ajustes.

La Universidad Complutense de Madrid (UCM), la institución presencial más grande de España con 61.000 estudiantes, enfrenta una crisis financiera que amenaza con paralizar sus operaciones. La asfixia económica, resultado de una década de infrafinanciación por parte de la Comunidad de Madrid, ha llevado al rectorado a una situación límite: si el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso no concede un préstamo de 34,4 millones de euros, los 11.400 trabajadores del campus no cobrarán sus sueldos de diciembre ni la paga extra de Navidad, publicado en “El País”.

La situación, como resume un decano consultado, es “insostenible”. Las seis universidades públicas madrileñas han alertado que la falta de financiación pone en juego el futuro de las nuevas generaciones y la competitividad de España. La UCM, convertida en emblema de esta crisis, se prepara para nuevas movilizaciones, con la palabra “intervención” circulando entre los pasillos del campus.

El ahogo financiero y la pérdida de excelencia

La crisis de la UCM se remonta a 2012, cuando la Comunidad de Madrid redujo drásticamente las transferencias. La situación actual es crítica: en 2024, la universidad recibió menos dinero para salarios y suministros (412,4 millones de euros) que en 2010 y 2011. En términos reales, el desfase es abrumador: desde 2007, las transferencias han crecido un 5%, mientras que la inflación se disparó un 44%.

Las consecuencias se sienten en la calidad académica y la investigación:

  • Recortes en investigación: este año, la ayuda a grupos de investigación (700.000 euros) fue eliminada.

  • Precarización: la contratación de profesores asociados y sustitutos está demorada, y los profesores destinan parte de su propio salario a “dignificar” los experimentos de sus alumnos.

  • Recortes operativos: los estudiantes de Biología ya no viajan a los Pirineos para prácticas, sino que se trasladan en transporte público a parques cercanos.

Un decano se quejó de que el rectorado, que se ha personado como perjudicado en la causa contra la exprofesora Begoña Gómez (mujer del presidente Sánchez), no informa claramente sobre la “dimensión del problema”.

La polémica del préstamo y el riesgo de una intervención

La Comunidad de Madrid vende el préstamo como una “demostración de apoyo”, pero para el campus es una “deuda histórica” que se arrastra desde hace años. La concesión del crédito no es automática, ya que Ayuso ha rechazado la propuesta de “ajustes” presentada por el rectorado de la UCM, lo que siembra dudas sobre su intención de “intervenirnos”.

El consejero de Educación, Emilio Viciana, ha dejado caer que la clave del problema reside en el aumento de la plantilla. La UCM, a diferencia de otras universidades, ha repuesto a los profesores jubilados y ha sacado un gran número de plazas, a pesar de que el dinero para pagar las nóminas está estancado. “Es como si el alcalde de Madrid pagase el 80% del sueldo de la Policía Municipal y el resto lo tuviesen que cubrir con multas. Complementamos ese déficit [para abonar las nóminas] con los precios públicos que pagan los estudiantes”, había dicho en 2023 el rector Joaquín Goyache, en un símil que el diario El País recupera.

El Tribunal Supremo condenó a la Comunidad de Madrid en 2020 a abonar 574 millones de euros a las cinco universidades públicas por incumplir los planes de inversión en infraestructuras. Ese colchón financiero sirvió para tapar el déficit de la UCM hasta 2024, pero ahora la universidad tiene un descubierto de más de 30 millones de euros en Tesorería. La oposición ha exigido una transferencia directa de fondos, en lugar de un préstamo que solo prolonga la agonía.

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