La protesta se enmarca en un conflicto salarial entre los pilotos y la empresa estatal. El sindicato denuncia falta de respuesta frente a reclamos por mejores condiciones laborales, ascensos y cumplimiento del convenio colectivo.
Además, alertan por la desregulación del sector, que consideran pone en riesgo puestos de trabajo y la seguridad aérea.
Esta es la segunda medida tras una primera asamblea el 9 de octubre, que generó demoras en casi un centenar de vuelos y afectó a más de 12.000 pasajeros. A esto se suma la situación técnica de Aerolíneas, que retiró preventivamente ocho aviones Boeing 737-800 tras detectarse fallas, complicando la capacidad operativa.
Aeroparque concentra la mayor parte de los vuelos domésticos y la suspensión o demora en ese aeropuerto suele extenderse a otros aeropuertos regionales, generando un efecto en cadena.
Las autoridades recomiendan a los pasajeros mantenerse informados y verificar sus vuelos antes de viajar.
La medida impacta en un contexto político y social sensible, con las elecciones nacionales a pocos días y la creciente tensión en el sector aeronáutico entre sindicatos y el Gobierno, que impulsa reformas para liberalizar el mercado aéreo.