Algunos reportes, mencionan la participación de militantes de izquierda en la toma de la dirección, lo que añade un componente político a la protesta.
Sin embargo, las fuentes oficiales del hospital mantienen el eje en el reclamo laboral y salarial como principal causa del conflicto.
Este episodio ocurre en un contexto de creciente tensión en el sistema de salud público nacional, marcado por sucesivos conflictos sindicales, retrasos en negociaciones salariales y cuestionamientos al financiamiento y gestión hospitalaria.
El caso del Garrahan se suma a una serie de protestas similares en hospitales públicos de otras provincias.
El impacto del paro y la ocupación de las oficinas afecta particularmente la gestión administrativa, retrasando procesos y trámites vitales para la atención hospitalaria y la logística sanitaria. Por ello, autoridades médicas y sociales han insistido en la necesidad de resolver el conflicto cuanto antes para garantizar la prestación adecuada de servicios.
La persistencia de estas disputas laborales en un hospital emblemático como el Garrahan invita a reflexionar sobre la sostenibilidad del sistema público de salud y el equilibrio entre la defensa de derechos laborales y la garantía del acceso ininterrumpido a la salud para la población.
Se mantiene la expectativa de que se desbloquee el diálogo entre trabajadores y autoridades para evitar un impacto mayor en las prestaciones sanitarias.