El estrés laboral es un factor psicosocial que surge de un desequilibrio entre las demandas del trabajo y los recursos o capacidades del empleado. Entre un 10% y un 40% de trabajadores reportan esta condición, que se ha asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluyendo cardiopatía isquémica.
El estudio base, publicado en noviembre de 2024 en la revista Journal of the American Heart Association, analizó una cohorte multiétnica de 3.579 adultos de entre 45 y 84 años sin enfermedad cardiovascular clínica al inicio.
Evaluaron la salud cardiovascular mediante siete indicadores claves: tabaquismo, actividad física, índice de masa corporal, dieta, colesterol, presión arterial y glucemia. Cada uno recibió una puntuación de 0 (deficiente), 1 (intermedia) o 2 (óptima), con una puntuación total de 0 a 14.
El 20% de los participantes reportó estrés laboral, con mayor prevalencia en mujeres y personas menores de 65 años.
Los resultados revelaron que quienes sufren estrés laboral tienen un 25% menos de probabilidades de obtener puntuaciones promedio en salud cardiovascular, y un 27% menos de alcanzar puntuaciones óptimas, en comparación con quienes no lo sufren.
En particular, presentaron menor probabilidad de cumplir con los niveles recomendados de actividad física, aunque para otros indicadores la significación estadística fue más débil.