Isabella López vivía en Colón, en la provincia de Buenos Aires, donde desde la infancia sufrió bullying psicológico y exclusión social en su escuela, principalmente de parte de sus compañeras mujeres. La situación se agravó a partir de sexto grado cuando obtuvo el mejor promedio distrital y fue destacada con la bandera, lo que generó el rechazo del grupo.
Frente a esta situación, decidió hacer un cambio radical y se mudó a La Plata con sus dos hermanas mayores para terminar el colegio y entrenar en natación, un deporte que siempre le apasionó. Entrena en el club Estudiantes de La Plata, donde se esfuerza diariamente, combinando las prácticas con sus estudios de medicina en la Universidad Nacional de La Plata.
Su talento y dedicación la llevaron a clasificar para el Mundial de Natación de Aguas Abiertas OceanMan, que se realizará en Dubái. Para concretar este sueño, aún necesita apoyo económico, ya que el viaje es autofinanciado.
Isabella recuerda con tristeza las dificultades sufridas en su ciudad natal, donde el acoso afectó su bienestar emocional sin recibir apoyo efectivo de docentes y familiares de sus agresores. A pesar de ese dolor, encontró en la natación un refugio y una forma de resiliencia que le permitió transformar el dolor en motivación.
Hoy, con orgullo y esperanza, Isabella mira hacia el futuro con la convicción de que el deporte y la educación son claves para superar adversidades, y quiere inspirar a otros jóvenes a no rendirse ante el bullying.
La historia de Isabella es un llamado a visibilizar el bullying psicológico, a brindar contención a quienes lo sufren y a fomentar ambientes escolares más seguros e inclusivos.