El ministro de Economía volvió a desmentir una versión publicada por el influyente The Wall Street Journal que atribuía la caída del crédito a la negativa de los bancos.
El ministro de Economía volvió a desmentir una versión publicada por el influyente The Wall Street Journal que atribuía la caída del crédito a la negativa de los bancos.
El ministro de Economía, Luis Caputo, utilizó sus redes sociales este fin de semana para responder a las versiones mediáticas sobre el supuesto “archivo” de un prometido préstamo de US$ 20.000 millones de bancos estadounidenses.
El funcionario aseguró que la suspensión del crédito fue una decisión voluntaria del Gobierno argentino, motivada por la favorable reacción de los mercados tras las elecciones.
Caputo salió al cruce de la versión publicada por The Wall Street Journal y otros medios, que indicaban que el plan se había frustrado debido a la negativa de los bancos privados a otorgar las garantías necesarias.
El ministro explicó que el monto estaba originalmente destinado a una “operación de manejo de pasivos” que se consideraba en caso de ser necesaria, contando con el apoyo de Estados Unidos (a través de Scott Bessent).
“Post elecciones, dado que los mercados reaccionaron muy favorablemente, nos parece que es mejor señal poder hacer lo que estábamos considerando, sin esa ayuda adicional”, escribió Caputo en su cuenta de X.
Con esta explicación, el Ministerio de Economía busca transformar la noticia de la caída del plan en una señal de autoconfianza y solidez financiera en un momento crucial para el calendario cambiario.
El plan original, según el artículo del medio estadounidense, contemplaba dos pilares para apuntalar al partido de Milei: un swap de divisas por US$ 20.000 millones con el Departamento del Tesoro de EE. UU. y una línea de crédito bancaria independiente por el mismo monto.
The Wall Street Journal había destacado que el préstamo privado no se había concretado porque “los bancos esperaban orientación del Departamento del Tesoro” sobre qué garantías podían utilizar para protegerse de posibles pérdidas. Ahora, según el diario, los banqueros ya no consideran seriamente ese esquema.
En lugar del megacrédito, las instituciones financieras estarían diseñando un mecanismo de financiación alternativo por unos US$ 5.000 millones a través de una operación de recompra o repo.
Este esquema implicaría que Argentina entregue una cartera de inversiones como garantía a cambio de dólares, con el objetivo inmediato de cubrir un pago de deuda de alrededor de US$ 4.000 millones previsto para enero.
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