El PRO le quitó el “cheque en blanco” al oficialismo

El PRO rompió su alianza automática con el Gobierno tras un pacto de La Libertad Avanza con el peronismo para nombrar autoridades en la AGN. El bloque de Ritondo condicionará su apoyo legislativo y amenaza con judicializar la sesión, mientras el oficialismo sufre la caída de capítulos clave del Presupuesto 2026.

Cristian Ritondo. Foto NA

La luna de miel legislativa entre La Libertad Avanza (LLA) y el PRO llegó a un final abrupto este jueves en la Cámara de Diputados. Lo que debía ser una jornada de consolidación para el Gobierno terminó en un escenario de desconfianza profunda: el bloque “amarillo” anunció que endurecerá su postura y ya no garantizará quórum ni votos automáticos. El detonante fue una maniobra de madrugada en la que el oficialismo pactó con Unión por la Patria e Innovación Federal para repartirse los cargos en la Auditoría General de la Nación (AGN), dejando afuera al candidato de Mauricio Macri, Jorge Triaca.

Desde la conducción del PRO, encabezada por Cristian Ritondo, calificaron el episodio como una “traición de códigos” por parte de Martín Menem. El malestar no es solo político sino judicial: el partido amenaza con impugnar los nombramientos ante los tribunales, argumentando que el tema no estaba incluido en el temario de sesiones extraordinarias convocado por el Ejecutivo. Esta fractura le resta al oficialismo un núcleo crítico de votos en una Cámara donde, pese a su reciente crecimiento, sigue siendo minoría.

Un debut legislativo accidentado y un presupuesto "rengo"

La jornada para el oficialismo estuvo marcada por errores de cálculo y derrotas estratégicas que empañaron la media sanción del Presupuesto 2026. A pesar de las gestiones y promesas de fondos del ministro del Interior, Diego Santilli, el Gobierno no logró sostener capítulos clave de su “ley de leyes”.

  • Revés en discapacidad y universidades: La Libertad Avanza intentó derogar por decreto parlamentario las leyes de Financiamiento Universitario y Emergencia en Discapacidad. Sin embargo, los diputados alineados con gobernadores aliados votaron en contra, provocando la caída de todo un capítulo del presupuesto.

  • Banderas de Milei en duda: el oficialismo también tuvo que retirar y devolver a comisión el proyecto de Estabilidad Fiscal y Monetaria, que buscaba penalizar el déficit presupuestario, al constatar que no contaba con el apoyo necesario.

  • Inexperiencia o estrategia: en los pasillos del Congreso, la oposición oscila entre acusar a los libertarios de “inexperiencia extrema” o de forzar la caída de artículos propios para luego gobernar por decreto.

El costo de la desconfianza

El acuerdo nocturno que consagró a Rita Almada (LLA), Juan Forlón (UP) y Pamela Calletti (Innovación Federal) en la AGN no solo enfureció al PRO. También dejó heridos a otros sectores dialoguistas, como el bloque de Miguel Ángel Pichetto, cuyo candidato, Emilio Monzó, quedó fuera de la repartija pese a haber facilitado el quórum minutos antes de que cayera la sesión.

Para el Gobierno, el saldo es agridulce. Si bien obtuvo la aprobación general del Presupuesto, la destrucción de los puentes con el PRO debilita su capacidad de gobernabilidad a largo plazo. “La confianza se construye en años y se destruye en un segundo”, advirtieron desde el partido de Macri, dejando claro que, de ahora en adelante, cada ley de Javier Milei tendrá un costo de negociación mucho más alto y un acompañamiento que ya no se da por descontado.

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