EE.UU. incauta el segundo petrolero venezolano

Se trata del segundo decomiso en diez días, que reafirma una estrategia de “presión máxima” sin precedentes de la administración Trump sobre el régimen de Nicolás Maduro.

@Sec_Noem

Fuerzas navales de los Estados Unidos ejecutaron la incautación de un segundo buque petrolero vinculado con la exportación de crudo venezolano.

La acción representa la materialización inmediata de la orden ejecutiva del Presidente Donald Trump, quien recientemente declaró un “bloqueo total y completo” contra las embarcaciones sancionadas que operen en la región.

Una estrategia de “presión máxima”

Este evento ocurre apenas diez días después de la captura del buque Skipper y consolida un giro drástico en la geopolítica hemisférica. El objetivo de la Casa Blanca es asfixiar los flujos de ingresos que, según Washington, financian a organizaciones designadas como terroristas y sostienen a los regímenes de Caracas y Teherán.

El despliegue naval en el Caribe no tiene precedentes en las últimas décadas. La Guardia Costera de EE.UU. (USCG), con apoyo de la Marina, lideró la interdicción utilizando fuerzas de asalto marítimo para asegurar el control de la nave en alta mar.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, posteó en la red social X:  “En una acción antes del amanecer de esta mañana del 20 de diciembre, la Guardia Costera de Estados Unidos, con el apoyo del Departamento de Guerra, detuvo a un petrolero que estaba atracado por última vez en Venezuela”.

“Estados Unidos continuará persiguiendo el tráfico ilícito de petróleo autorizado que se utiliza para financiar el narcoterrorismo en la región. Los encontraremos y los detendremos”, agregó la funcionaria.

El precedente del buque “Skipper”

Para comprender la magnitud de la operación de hoy, es necesario mirar hacia la captura del petrolero Skipper (ex Adisa). En aquel operativo, ejecutado desde el portaaviones USS Gerald R. Ford, se confiscaron 1,85 millones de barriles de crudo.

La justicia estadounidense alegó que dicha carga formaba parte de una “flota en la sombra” operada por los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y Hezbollah. Aquel caso estableció el marco legal y táctico que hoy permite a EE. UU. utilizar herramientas de justicia criminal —como órdenes de incautación federales— para ejecutar objetivos geopolíticos de alto nivel.

Volatilidad y riesgos en alta mar

La incautación de hoy confirma que el bloqueo anunciado por Trump no es retórica, sino una campaña naval activa. Los analistas prevén las siguientes consecuencias inmediatas:

  • Inestabilidad en los precios: La incertidumbre en el suministro desde Venezuela podría disparar la volatilidad del barril de petróleo.

  • Tensión diplomática: Se espera una respuesta hostil en la retórica de Caracas y Teherán.

  • Sofisticación de la “Flota Fantasma”: Los buques sancionados buscarán rutas más peligrosas o métodos de ocultamiento complejos, elevando el riesgo de incidentes ambientales o militares en aguas internacionales.

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