El retorno de la elegancia funcional
Las celebraciones de Navidad y Año Nuevo de 2025 marcan un punto de inflexión en la etiqueta estética. Tras años de tendencias marcadas por el exceso, la moda actual se inclina hacia el concepto de “lujo silencioso”, donde la sencillez no es una falta de esfuerzo, sino una decisión consciente.
Las preferencias de los asistentes a eventos sociales se han desplazado hacia estilos que permiten la autonomía y la durabilidad, priorizando aquellos peinados que pueden realizarse sin la intervención profesional.
Esta transición responde a una búsqueda de autenticidad. El uso de moños de bailarina, coletas pulidas y trenzas deshechas no solo obedece a una corriente visual, sino a una necesidad de comodidad en contextos donde la movilidad y la interacción personal son los valores principales de la reunión.
Estilos predominantes y ejecución técnica
Entre las opciones más destacadas para este cierre de ciclo se encuentra el recogido tipo balletcore o moño bajo. Esta técnica se caracteriza por una raya central definida y una tensión controlada del cabello que despeja el rostro, aportando una imagen de orden y sofisticación. Para quienes buscan un acabado más moderno, el efecto wet o mojado continúa vigente, utilizando productos de fijación que simulan humedad y mantienen la estructura durante toda la jornada.
Por otro lado, la coleta en todas sus variantes —alta, baja o con burbujas— se consolida como la alternativa más versátil. La clave de este año reside en la incorporación de accesorios discretos pero significativos.
El uso de lazos de terciopelo y horquillas metálicas minimalistas permite transformar un peinado cotidiano en uno de gala. Asimismo, las ondas suaves de inspiración clásica siguen siendo el recurso predilecto para cabellos sueltos, aportando un volumen que no compromete la naturalidad del movimiento.