Desde el 11 de septiembre, la Dirección Nacional de Migraciones instaló terminales de autenticación biométrica en los pasos internacionales para agilizar y asegurar el tránsito vecinal, permitiendo cruzar frontera y permanecer hasta 72 horas en países vecinos dentro de un radio de 100 km, bajo supervisión y conforme a la Ley de Protección de Datos.